Philip V. 8 escudos, 1710, Madrid, J, "Cross" type. AU 26,84 g. 37,1 mm. AC-2176, Onza-358. Minor marks. Minor luster. Encapsulated by NGC AU Details (2915376-003). Extremely rare./ Felipe V. 8 escudos. 1710. Madrid. J. Tipo "Cruz". AU 26,84 g. 37,1 mm. AC-2176. Onza-358. Pequeñas marcas. R.B.O. Encapsulada por NGC AU Details (2915376-003). Rarísima.

During the Spanish War of Succession in 1709, the minting process in Madrid underwent mechanization at the Plazuela de las Descalzas, employing the screw press for the new silver bust featuring a large wig. In a rare occurrence, the mill at the old mint was also used, with assayer Joseph García Caballero (J) overseeing the striking of the first and only round onza minted in the capital of the kingdom. This coin, dated 1710, is an exceedingly rare piece of which only four examples are known. It possesses a notable peculiarity: the coat of arms on the obverse mirrors the design of the piece of eight silver coins, lacking the traditional collar of the Golden Fleece around it, which was characteristic of gold coinage at that time. Its minting coincided with a particularly tumultuous period of the war: in the spring of that year, the supporters of the Habsburgs launched a formidable offensive, securing victories over Bourbon forces at Almenar (July) and Zaragoza (August). These successes allowed them to reclaim control of the Kingdom of Aragon and facilitated Archduke Charles of Austria’s second entry into Madrid on September 28th. The so-called Carlos III controlled the city for two months but had to leave due to the lack of support from the population, with Philip V re-entering his court on December 3. / En plena Guerra de Sucesión, en 1709, se mecaniza la acuñación de Madrid con el volante en la Plazuela de las Descalzas para la nueva plata de busto con gran peluca, y, de forma excepcional, el molino en la vieja ceca de donde saldrá, siendo ensayador Joseph García Caballero (J), la primera y única onza redonda realizada en la capital del reino. Esta moneda, fechada en 1710, una rarísima pieza de la que apenas se conocen cuatro ejemplares, tiene una muy importante peculiaridad, y es que el escudo del anverso es idéntico al modelo de la plata del Real a Ocho, es decir, no lleva el tradicional collar del Toisón de Oro a su alrededor, que era propio de las acuñaciones de oro en ese momento. Su acuñación se produjo en un momento muy complicado de la guerra: en la primavera de ese año los austracistas iniciaron una fuerte ofensiva, derrotando a los borbónicos en Almenar (julio) y Zaragoza (agosto), consiguiendo recuperar el control del reino de Aragón y llevar al Archiduque a hacer su segunda entrada en Madrid el 28 de septiembre. El llamado Carlos III controló la ciudad durante dos meses, pero tuvo que abandonar la ciudad por el escaso apoyo de la población, entrando de nuevo Felipe V en su corte el 3 de diciembre.